| Ubicación | Jumilla, Murcia |
| Año | 2018 - actualidad |
| Cliente | Bodegas Viña Elena S.L. |
| Estado | En construcción |
| Categoría | Rehabilitación, Retail |
Las instalaciones bodegueras de Viña Elena están formadas por la suma de las edificaciones que han ido realizando las sucesivas generaciones familiares en los años 50, 70 y 2.000 conforme a las necesidades de producción y crecimiento, tras la constitución de la empresa en el año 1948, partiendo de la antigua vivienda rural y bodega de los abuelos, de difícil datación, en que se realizaba toda la producción, almacenamiento e incluso el alojamiento de los vendimiadores, venidos de fuera, en las cámaras de la vivienda.
La intervención parte de la rehabilitación de esas primeras edificaciones, que además de obsoletas habían quedado en desuso, para evitar el avance del deterioro y destinarlas a acogida y restauración para los visitantes, así como a museo de los orígenes bodegueros. A partir de ello, buscamos potenciar la idea de conjunto del complejo que actualmente es el resultado de esa suma de edificaciones, estilos y materialidades dispares, para consolidar una imagen de unidad, diseño y calidad espacial, potenciando el patrimonio y tradición de la firma y afianzando su proyección a futuro.
El proyecto se organiza en diferentes fases que se corresponden con las diferentes edificaciones del complejo: La bodega 0 y vivienda originales que se rehabilita con el fin dicho; la bodega 1 que se acondiciona para mantener su uso de punto de venta directa y la musealización de los usos de las décadas 50 y 60; las bodegas 2 y 3 que se adecuan para la visita a sus usos actuales de almacenamiento y producción respectivamente; y por último la reforma de las zonas exteriores comunes para dar al conjunto de edificaciones la unidad e identidad que necesita.
“Tradición con la mirada puesta en el futuro” es la frase con la que Bodegas Viña Elena resume cómo su identidad se sustenta en una actitud innovadora, sin perder sus valores de bodega familiar, combinando tradición y vanguardia.
Proponemos una arquitectura de tradición y de vanguardia. Respetuosa con el entorno y respetuosa con los edificios existentes, que los conserva prácticamente tal y como son. Una ligera piel con el lenguaje de la arquitectura contemporánea, que abraza y protege lo existente, que aporta unidad al conjunto y que es capaz de crear nuevos espacios y situaciones fieles a la identidad y los valores de la familia.
Hacer vino en Viñaelena, es una historia de emociones personales; del esfuerzo de los antepasados; de principios que van más allá de los resultados económicos; de búsqueda de la originalidad y creatividad; de amor por la Tierra; de mostrar lo que te hace único; de lucha con la naturaleza; de la obra inacabada, abierta y en constante evolución.
Como si del vino “Selección para Paco” se tratara, con el que quisieron romper la imagen tradicional y crear algo diferente, para dar paso a un vino de estilo moderno sin perder el toque clásico que le aporta la larga crianza.
Esa es la historia que cuenta la arquitectura de Viña Elena. Una bodega en la que el diálogo entre generaciones está basado en el valor de la tradición, del amor por la tierra y el esfuerzo, mirando adelante.
El diseño de la arquitectura puede favorecer el trabajo en equipo, la comunicación y la creatividad. Espacios innovadores, agradables, equilibrados y con armonía, que transmitan libertad y con presencia de naturaleza… son espacios que motivan y hacen aflorar el talento. Y el desarrollo del talento es la característica que marca la diferencia.
El edificio debe cuidar al capital humano de la empresa mejorando su equilibrio emocional para poder rendir bien. La clave para conseguir el éxito está en el equilibrio del “yo” (mente, cuerpo y voluntad). Si te encuentras a gusto rindes más, si estás motivado a desarrollar tu talento lo haces todavía mejor, y si te sientes realizado con tu trabajo eres más feliz. Y un trabajador feliz es un tesoro.
También ha de impactar. Porque innovar con impacto tiene un efecto multiplicador en el resultado. Impactamos cuando nos diferenciamos del resto. Es entonces cuando aumentamos nuestro alcance y hacemos más eco en nuestro entorno.
Cuando degustas un buen vino, se producen conexiones emocionales, cuando estás en Viñaelena, también.
El paso del tiempo, la evolución del cultivo que crece generación tras generación, está latente en Viñaelena. Hay diferentes edificaciones, cada una con el lenguaje de la época en la que fue construida.
Respetamos y preservamos los elementos de arquitectura popular ligadas al uso doméstico-familiar y productivo, como habitaciones con suelos originales, despensa, mobiliario, puertas, carpinterías, tinaja, chimenea, cornisa con sus tejas bocacachas, portón de entrada, marcas de las cuentas del grano en paredes… Incluso musealizando la excavación arqueológica en la bodega 0 para dejar visibles las instalaciones con que se producía vino a principios del siglo pasado.
