Ubicación | La Alberca, Murcia |
Año | 2022 |
Cliente | Privado |
Estado | Construido |
Categoría | Arquitectura bioclimática, Edificación, Interiorismo y arquitectura efímera, Residencial |
Parámetros | Identidad, Salud y bienestar, Biofilia, Arquitectura bioclimática, Fenomenología |
Colaborador/es | Aparejador: Alfredo Martínez Jardinería: Jose Tomás Marín (3 Servicios Huertanos) Fotografías: David Frutos Fotografía de Arquitectura |
Casa peinada surge como respuesta a las condiciones del entorno para crear una arquitectura bioclimática. Sus líneas matrices responden por un lado a la parcela y por otro a la orientación y trayectoria del sol. La cubierta se gira, contradiciendo el paralelismo de los límites de la parcela buscando la orientación de mediodía, permitiendo que entre la radiación solar en invierno y la ventilación natural en verano.
Así, la cubierta se faceta, se «peina», para permitir observar el cielo desde todas las estancias de la casa e introducir la luz natural en todas ellas, dirigiendo nuestra mirada hacia la naturaleza desde un contexto de urbanización altamente densificada.
Aprovechamos estas entradas de luz para insertar tres grandes cerchas que permiten salvar grandes luces y liberar la planta baja de apoyos, consiguiendo a su vez un gran espacio fluido y continuo.
Estas estrategias, sumadas a un cuidado sistema de aislamiento, sin puentes térmicos, y el sistema de renovación de aire de doble flujo, permiten una mínima oscilación de la temperatura interior, aún con la climatización apagada, cuando no se alimenta de la fuente de energía solar.
Para reestablecer la conexión con la naturaleza en el espacio doméstico, se genera un gran jardín interior en el centro de la vivienda que ayuda a su vez a purificar el aire. En el exterior se realiza un huerto-jardín de especies autóctonas en torno a la piscina con especies como acebuches, lentiscos, labiérnagos, laureles, mirtos o cipreses de Cartagena. El pavimento de barro cocido y los tonos naturales del interior de la piscina potencian la sensación de conexión con lo natural, a la vez que las especies seleccionadas suponen un de pequeño refugio para la biodiversidad.
La vivienda se diseña en armonía con la personalidad de quien la habita, conectando su forma de pensar con su forma de vivir.
Todas las respuestas arquitectónicas adaptadas al clima mediterráneo se acompañan de acabados y materiales locales, como madera de roble natural, barro cocido o baldosines hidráulicos recuperados, creando una atmósfera amable que contrasta y dialoga con el aspecto industrial de estas infraestructuras bioclimáticas.