Este año hemos tenido el placer de participar como expertos en el Climathon, un movimiento global que se organiza localmente y que ofrece un camino claro hacia la acción climática. La delicada situación por la COVID 19 ha forzado que nuestra participación se realice en un formato accesible para todos a través de Zoom. Nos gustaría compartir algunas reflexiones en base a las preguntas que nos han sido planteadas para esta edición del Climathon 20202 en Murcia, centrada en la conectividad de las Infraestructuras verdes de nuestra ciudad.
Papel de la arquitectura en la Infraestructura Verde local y conectividad:
El papel de la arquitectura es fundamental, especialmente desde dos de sus escalas de trabajo:
• Por un lado, la escala territorial, pues desde el urbanismo, ampliando un poco lo que convencionalmente entendemos por urbanismo y llevándolo a la ordenación del territorio podemos definir la relación de las ciudades con el ámbito territorial más amplio que gestionan, regulando las actuaciones que acaban definiendo la imagen y la realidad que percibimos de la ciudad y la conexión con su entorno.
• por otro, la escala humana, pues el diseño de las zonas verdes define los elementos que nos vamos a encontrar en estas infraestructuras verdes: las especies vegetales (endémicas o no), pavimentos (drenantes o no, duros o blandos), la presencia de agua o no…, la presencia de animales o no y en definitiva, todos los elementos ecosistémicos. Todas esas cuestiones son personas las que las diseñan, las eligen y propician cual será su futuro.
Para generar una infraestructura verde que realmente permita regenerar ecosistemas y hacer frente al desafío del cambio climático, es imprescindible trabajar la estrategia a estas dos escalas.
El arquitecto de reconocido prestigio Andres Jaque, describe la arquitectura como “el pegamento que hay entre las personas, los paisajes, el clima, el suelo, las soluciones tecnológicas. Es lo que hace que todos esos diferentes agentes, humanos y no humanos, puedan cooperar. Es un ensamblaje. Lo que menos importa es el edificio como un objeto precioso que se fotografía. Lo fundamental son las dinámicas de asociación y colaboración”.
¿Contemplan los arquitectos los Servicios Ecosistémicos a la hora de realizar sus proyectos?
Yo preferiría decir que la arquitectura contemporánea y comprometida, la que afronta los desafíos que nos afectan globalmente, contempla la “sensibilidad ecosistémica y medioambiental” o “los elementos ecosistémicos” en lugar de llamarlo “servicios”, pues servicios conlleva esa mirada antropocéntrica de que los ecosistemas están ahí para satisfacer nuestras necesidades.
Los expertos lo dicen a gritos. El científico y divulgador naturalista David Attenborough nos afirma que “En este mundo, una especie sólo puede prosperar cuando prospera todo el ecosistema a su alrededor” La arquitectura que hoy en día no contemple esto, está obsoleta. Necesitamos evolucionar de una cultura antropocéntrica y extractiva a una cultura de la alianza entre especies.
La arquitectura contempla hoy en día cuestiones como la gestión de las aguas para generar ciclos reutilización y aprovechamiento de este recurso fundamental, el bioclimatismo, la eficiencia energética y uso de energías renovables para reducir la huella de carbono, la biofilia y soberanía alimentaria, generando infraestructuras de sustrato, riego y drenaje para la asociación y colaboración con otras especies, el cuidado del origen, procesos y reutilización de los materiales…
¿En qué punto se encuentra Murcia a este nivel?
Murcia tiene unas condiciones privilegiadas de partida gracias al paisaje de la Huerta que rodea la ciudad de Murcia y sus pedanías, pero como sucede en la mayoría de los entornos, se enfrenta a presiones económicas y de crecimiento urbano y está en peligro.
Giff: Desarrollo del núcleo urbano de la Ciudad de Murcia 1809-2016
Como menciona la arquitecta Miriam García “para renaturalizar las ciudades lo que tenemos que reestablecer es el flujo metabólico de los elementos que permiten que esa naturaleza vuelva a las ciudades, es decir, los flujos de agua, la fertilización del suelo a través de los flujos de nutrientes y una vegetación acomodada a las condiciones de sus suelos y climáticas. Es aún mejor si esa renaturalización tiene una funcionalidad ecológica, es decir, si hace de conector por ejemplo entre el mar y la montaña y permite además una mayor variabilidad ecológica, diversidad de las especies a lo largo de ese transepto. No vale solamente hacer calles si no fijamos espacios naturales protegidos y si luego no los conectamos con un conjunto de jardines entre las ciudades y entre los parques y todo ese sistema está funcionando armónicamente para conseguir esa variabilidad ecológica y esa biodiversidad.”
En Murcia, con la huerta, los flujos de agua y fertilización los tenemos ya. El propio Sistema de Riego de la Huerta de Murcia, con toda la biodiversidad asociada, produce en parte esta conectividad necesaria para el restablecimiento de ecosistemas, y lo increíble es que pasa incluso escondida por debajo de la ciudad. El entubamiento sistemático de los canales ha empobrecido el sistema, transformando habitualmente además canales abiertos por calles de tráfico rodado.
Plano de Google Maps del Sistema de riego de la huerta de Murcia
Por suerte existe ya hoy una senbilididad ciudadana y voluntad política por afrontar esta realidad y revertir estos procesos.
Proyectos como Murcia Río y la adecuación de los antiguos meandros, las rutas por la Huerta de Murcia, la recuperación de acequias, unen las infreastructuras verdes, principalmente en sentido longitudinal.
Pero observamos que en sentido transversal, en la conexión del valle con la montaña, aún queda mucho por hacer. Vemos por ejemplo una oportunidad utilizando las Vias pecuarias, esas redes viarias de origen histórico y de personalidad jurídica singular que sirven para el traslado de masas ganadera. Aquí principalmente tenemos “Veredas”, cuyo trazado se está urbanizando , cuando podría ser muy buenas oportunidades para generar más infraestructuras verdes de continuidad.
Plano de 1809 de Pablo del Villar. Fuente: Biblioteca nacional
Aspectos positivos y negativos de Murcia desde el punto de incluir la Infraestructura Verde en los proyectos arquitectónicos de la ciudad
Dependiendo de la zona, las características y desafíos que nos encontramos son diferentes:
• Centro histórico: Zona colmatada y consolidad pero no dejamos de tener espacios de oportunidad a través de la renovación y actualización de los espacios públicos. Muchas plazas y viales están hechas en base a criterios obsoletos de pavimentación excesiva y ausencia de elementos naturales. Muchos canales de riego pasan por estas plazas y podrían quedar descubiertos, generando espacios públicos mucho más naturales y ricos en biodiversidad
• Ensanches de ciudad y desarrollos recientes: Zonas con amplias avenidas e interiores de manzana totalmente pavimentados. Sería pertinente comenzar una política de renaturalización en este tipo de zonas tanto públicas como privadas. Estas zonas además, tienen como base terrenos de huerta, por lo que el sistema de riego sigue también presente, habiéndose ejecutado estos crecimientos de una forma totalmente ajena a lo preexistente. Una gran estrategia podría pasar por recuperar el sistema de riego, sacar a la luz su trazado y beneficios y asociar su biodiversidad y así enriquecer estos ensanches que se ajardinan habitualmente en base a criterios urbanos generalistas, con especies exóticas y no desde una sensibilidad ecosistémica y medio ambiental.
• Pedanías: las pedanías heredan los criterios de los nuevos desarrollos urbanos de la ciudad, lo que se percibe como progreso cuando se está perdiendo la autenticidad del entorno que las rodea. Las oportunidades son muy similares a las anteriormente descritas
• Huerta de Murcia: son muchos los factores que afectan a este territorio: destacando la presión urbanística y la falta de cumplimiento de la normativa de ocupación de suelo y la normativa de arbolado. En las zonas de mucha presión (huerta oeste), se acaba transforma la huerta en una urbanización suburbana, en la que las veredas, caminos y carriles pasan a ser calles viarias, estrechas, casi con ausencia total de vegetación y sin visuales al interior de la huerta.
Esto lo propicia también el Plan General en el que la primera línea de carretera es edificable, lo que provoca la generación de “islas” de huerta, poco accesibles e incompatibles con la “conectividad” tan necesaria de la que siempre estamos hablando.
Además aunque la huerta de Murcia ya supone un gran pulmón verde, con el desafío que el cambio climático nos presenta, no basta con plantar arbolado y vegetación, es necesario “resilvestrar”, pues se requiere una mayor diversidad de las especies para recuperar el equilibrio de los ecosistemas. Se hace necesario potenciar la diversidad asociada a la red de riego por ejemplo o a la agricultura ecológica.
Infraestructura Verde, Arquitectura e Identidad
Trabajar la infraestructura verde desde el planteamiento de la IDENTIDAD TERRITORIAL es para nosotros un enfoque muy interesante, especialmente para una ciudad como Murcia, con su paisaje tan singular y rico. Cuanto mejor sepamos imitar los procesos naturales de nuestro valle, mayor será el éxito de nuestra infraestructura Verde. Tenemos todos los ingredientes, sólo hay que potenciarlos.
El valle fluvial del Segura es una especie de oasis en el que, en un clima extremo con 300 días al año de sol, la canalización de las aguas permiten nutrir una gran extensión de tierra fértil, generándose un gran pulmón verde que sirve para el cultivo pero que trae a su vez consigo toda una biodiversidad silvestre asociada.
Nuestra identidad futura, debe basarse en una identidad ya existente pero amenazada. Para nosotros, los mayores elementos a consolidar son: por un lado la red de regadío como una gran infraestructura verde (no sólo como infraestructura de riego), y por otro consolidar y potenciar las veredas y caminos también como elementos de infraestructura verde de conexión. Olvidar identidades impuestas o importadas y reconciliarnos y admirar lo que ya tenemos pero podemos perder.
Desde la arquitectura, debemos también cuestionar las tipologías y desarrollos residenciales suburbanos, donde existe la necesidad de generar tipologías arquitectónicas más sensibles e integradas con la naturaleza.
En Murcia, a 12 de Noviembre de 2020
Carmen Santa-Cruz